Teso La Monja 2016

Con solo 885 botellas numeradas, Teso La Monja 2016 es una obra maestra vinícola que refleja la esencia del paisaje castellano y la nobleza de la Tinta de Toro en su versión más elegante y refinada. Creado por los hermanos Marcos y Miguel Eguren, este vino se ha consolidado como uno de los grandes mitos de la región de Toro, destacando por su carácter exclusivo y su capacidad de evolución a lo largo del tiempo. Presentado en un elegante estuche de madera que también funciona como expositor, es una auténtica pieza de colección.

Elaborado a partir de viñedos centenarios y prefiloxéricos de tan solo 1,8 hectáreas, situados sobre suelos de cantos rodados y grava con un nivel calizo ligeramente superior al habitual en la zona, este vino expresa la singularidad de un terroir excepcional. El clima continental, caracterizado por inviernos fríos y veranos calurosos, junto con el marcado contraste térmico entre el día y la noche, aporta a las uvas una concentración y frescura únicas. La vendimia manual, realizada el 21 de septiembre, seleccionó únicamente los racimos de calidad óptima, una excelencia que solo se alcanza en las añadas más singulares.

Su vinificación es artesanal y meticulosa: tras un despalillado manual, la fermentación se llevó a cabo en un tino de madera abierto, seguida de un delicado estrujado manual realizado tres veces al día durante una hora y media. La fermentación maloláctica se realizó en un depósito de madera de forma ovoide, diseñado para potenciar la sedosidad y la integración del vino. La crianza, de 26 meses en tres barricas bordelesas nuevas de grano fino y tostado medio, aporta complejidad y elegancia, mientras que los 2 meses adicionales en depósito antes del embotellado garantizan una armonía perfecta.

En nariz, despliega un aroma fresco y limpio, con notas de frutos rojos, matices de monte bajo y toques balsámicos, que aportan profundidad y sofisticación. En boca, sorprende por su textura fluida y sedosa, mostrando un equilibrio impecable entre tanino, alcohol y acidez, con un abanico de aromas retronasales de gran finura y un final largo y persistente.

Con un potencial de guarda hasta aproximadamente el año 2040, Teso La Monja 2016 no solo es un vino para disfrutar, sino también una inversión para los coleccionistas y amantes del vino más exigentes.